Como la familia está creciendo (los cinco pequeños, aunque ya se han independizado de su madre, siguen siendo cinco, el huerfanito tuerto Nermal, el gato fortachón y con desdobles de personalidad Frodo, el peludo y protestón Peluso y la viejita Tigri hacen 9) y la casa no lo hace, hemos decidido tomar cartas en el asunto.
El invierno se acerca mucho más rápido de lo normal en estas latitudes (es corriente llevar manga corta hasta Noviembre) y hemos tenido que apresurarnos en tomar una decisión.
Gunter está probando el nuevo alojamiento |
Totoro, tras la operación, vive bastante bien. Lo único que va dejando mojoncitos por todas partes. Por lo tanto no puede vivir dentro. Y no vamos a dejarlo solito fuera. Además, son demasiados gatos para cualquier casa normal. Así que, para que no pasen frío y no se mojen, hemos decidido ponerles una casita.
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