Páginas

lunes, 17 de febrero de 2014

Frodo está malito

Frodo lleva dos días durmiendo mucho (vamos, mucho más de lo que dormía normalmente en su categoría de gato gordo y dormilón), y esta mañana vimos que no quería comer.


Esta tarde lo hemos llevado al veterinario, que le ha revisado y le ha puesto el termómetro. Tenía 40,5ºC, que es una fiebre alta para un gato (su temperatura normal ronda los 38-38,5ºC). Lo primero que se nos ocurrió es que se hubiera comido una de las gomas del pelo que tanto le gusta robar, aunque al examinarlo no se ha visto ningún atasco. No parece que tenga dolores, sólo la fiebre y una pequeña deshidratación.

Así que el veterinario le ha pinchado un antibiótico y un antipirético; Frodo casi ni se ha movido, y nos ha mandado comprarle un termómetro (de bebé, que son más finitos) para poder comprobar que mañana ya le haya bajado la temperatura.

Al llegar a casa, lo hemos lavado entero con su esponjita, porque se había  hecho pipí en el transportín. Es tan bueno que se ha dejado hacer perfectamente. Luego le hemos intentado dar algo de lata, pero apenas ha comido un trocito, no lo quería del plato y mi padre se lo ha estado dando con la chucarilla.

Como no quería beber del cuenco, le he llevado al cuarto de baño y he abierto el grifo del bidé. En seguida se ha acercado, y con mucho misticismo, se ha acercado y ha bebido un poquitín.