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martes, 9 de julio de 2013

El pequeño Nermalillo

¡Si hasta parece bueno y todo!

 Ya se le ha curado el ojo, sólo que le ha quedado una cicatriz en medio de la córnea. Es como si tuviera el ojo un poco borroso, pero si te fijas, se le ve la pupila, que dilata y contrae perfectamente, así que algo tiene que ver.

La impronta del hambre se le ha quedado bastante grabada, tanto, que roba las barras de pan y se las come a bocaos. De hecho, se come prácticamente todo lo que le des, especialmente pan, magdalenas o galletas. Por supuesto, el pescadito y los mariscos le vuelven loco, así como cualquier cosa de carne... hay que tener siempre cuidado con lo que se deja en la cocina, porque enseguida lo roba todo. 


Pero es nuestro preciosillo ex-huerfanito, que no se entera de que ha venido el verano... le sigue encantando dormirse en tu regazo a la hora de la siesta, aunque haya 38º...